Entre la mañana y la tarde del domingo 31 de enero y la larga noche del lunes 1 de febrero (la espera se hizo eterna a las puertas del instituto), llegaron los visitantes Erasmus + a Bellavista. Veinticuatro familias del centro, no solo de 1º de Bachillerato (curso al que está dirigido el proyecto) sino también de 4º de ESO y 2º de Bachillerato se habían ofrecido para alojar en sus casas. Nuestros alumnos ya habían establecido contacto con las visitas a través de las redes sociales, lo que acrecentó aún más los nervios.
Tras dos viajes al aeropuerto, el domingo se cerró con dieciséis estudiantes alojados con familias de nuestro centro (ocho chicas suecas y ocho italianas) y cuatro profesores en uno de los hoteles del barrio (no olvidemos que el turismo sostenible aboga por el consumo local, ¿y qué hay más local que uno de los hoteles de nuestro vecindario?). Los estudiantes alemanes llegarían un día más tarde por problemas con los vuelos, pero la intensa semana de actividades, experiencias y emociones ya estaba en marcha.
Tras dos viajes al aeropuerto, el domingo se cerró con dieciséis estudiantes alojados con familias de nuestro centro (ocho chicas suecas y ocho italianas) y cuatro profesores en uno de los hoteles del barrio (no olvidemos que el turismo sostenible aboga por el consumo local, ¿y qué hay más local que uno de los hoteles de nuestro vecindario?). Los estudiantes alemanes llegarían un día más tarde por problemas con los vuelos, pero la intensa semana de actividades, experiencias y emociones ya estaba en marcha.
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