Dentro del programa previsto para la semana, nos parecía que la mejor forma de empezarla era que los estudiantes Erasmus + conocieran un poco nuestra ciudad y recibieran una primera impresión de nuestra cultura, nuestras manifestaciones artísticas y cómo no, de nuestro clima. Para ello contamos con la ayuda de Carmen Flores, profesora de Historia, y de sus alumnos de las asignaturas de Proyecto Integrado de 4º ESO y de Patrimonio Artístico de 1º Bachillerato, que en las semana previas a la llegada de los estudiantes Erasmus prepararon unas presentaciones en inglés para explicar los principales monumentos de la ciudad a nuestros visitantes.
Salimos del Instituto a las 8.30, después de una pequeña acogida en la Sala de Usos Múltiples donde explicamos a las italianas y a las suecas, así como a sus profesores, cuál sería la dinámica de la jornada; nos dirigimos al centro de la ciudad en autobús, y a las 9.30 estábamos ya en la puerta de los Alcázares. Gracias a la mediación del Ayuntamiento, al que hicimos partícipe de nuestro proyecto Erasmus+, pudimos contar con una guía en inglés que nos enseñó el Palacio Real; su explicación, amena y desenfadad, fue seguida con interés por todos los asistentes. También nuestros alumnos pudieron aprovechar la ocasión para comprobar sus habilidades con el inglés.
Tras el paseo por los jardines, los alumnos contaron con tiempo libre para desayunar antes de pasar a la Catedral y a la Giralda, donde comenzó el papel de cicerone de nuestro alumnado. Las vistas desde la Giralda marcaron uno de los momentos más impactantes para nuestros visitantes.
Con el descanso para comer, llevamos a los cuatro profesores a tomar algunas tapas en la zona del Arenal; recordemos que la idea de turismo sostenible incide en la idea del consumo local, lo que implica comer en restaurantes autóctonos y olvidarse de las franquicias y las cadenas multinacionales. ¡Nada más saludable que un plato típico en lugar de una hamburguesa!
Las actividades continuaron por la tarde con la visita a la Torre del Oro y el paseo por el río, que sirvió además para presentar la historia y el origen de los puentes de la ciudad, presentación que los alumnos de 1º de Bachillerato prepararon el curso pasado como parte de la Fiesta de la Historia.
El magnífico tiempo que nos acompañó en nuestro paseo también provocó que nuestros visitantes se sintieran un poco sofocados; no estaban acostumbrados al cambio de temperatura que habían experimentado en un solo día. Habían pasado de temperaturas bajo cero, lluvia y nieve en el norte de Europa, a una primavera temprana con cerca de veinte grados. Se hizo necesario detenernos en el Puente de Triana para reponer fuerzas, beber agua y estirar un poco las piernas, y decidimos volver al barrio para que las jóvenes pudieran descansar y reponerse. Aún quedaba una larga semana por delante...